viernes, 15 de octubre de 2010

TEORIA DE LAS VENTANAS ROTAS


Hoy escuche de mi propia boca una frase que me hizo pensar… por un lado me dolió… por otro lado me molesto… y por otro lado no tuve más remedio que darle la razón. Mis impulsos son más fuertes que yo de eso no cabe duda.

“ESTE PAIS NO TIENE ARREGLO”

En el momento fue un baldazo de agua, el orgullo argentino por los suelos, y la verdad que no encontré de donde agarrarme para refutar esa idea impulsiva, pero como suele pasarme me quedo dando vueltas en la cabeza… ¿en verdad este país no tiene arreglo?… ¿en verdad no TENEMOS arreglo?
 Lo que realmente me pone incomoda por así decirlo es el hecho de que un país como el nuestro tan rico, con tanto futuro pudo convertirse hoy en lo que es, en lo que vemos, ¿como ARGENTINA, puede ser a los ojos del mundo un país perdido, un país sin arreglo?
Puedo ponerme a tirar hipótesis como por ejemplo que no estuvimos ni estamos en las manos de las personas adecuadas, o que tuvimos una serie de acontecimientos desafortunados que nos hicieron llegar hoy a donde estamos, pero como en toda encrucijada y por empezar por el principio tengo que documentarme sobre el tema, sobre el cómo el granero del mundo se vino abajo de esta manera.
Después de buscar y de leer muchos artículos, bastante largos y no muy interesante, encontré una teoría que me gusto, y que de una forma un poco más original y sintética, me basta para comenzar a procesar lo que pasa por casa.

“En 1969, en la Universidad de Stamford (EEUU), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio. Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto. Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto. El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre.
 ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?
 No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.
 En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling) desarrollaron la ´teoría de las ventanas rotas ´´, misma que desde un punto de vista criminológico concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.
 Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen pequeñas faltas´ (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.”

Ahora bien, yo creo que lo que pasa en nuestra querida argentina viene de la mano de esta teoría, creo que lamentablemente estamos tan acostumbrados a cabecear cristales que ya hemos destrozado todas nuestras ventanas. Creo que hemos pasado tantos años cascoteando gobiernos inservibles que nosotros mismos rompimos y rompemos nuestras ventanas, nuestros resguardos.
Somos un pueblo tan deteriorado, tan abandonado, tan desinteresado, que nosotros mismos fomentamos el delito y la violencia de la que nos quejamos luego. Estamos tan acostumbrados, por así decirlo, que ya ni nos percatamos de lo que pasa, y mucho menos nos detenemos a buscar una solución.
Vivimos esperando que alguien, otro alguien, ni vos ni yo ni él, ALGUIEN venga y nos arregle mágicamente las ventanas, nos limpie, nos cure, nos reconstruya y no se nos pasa ni un segundo por la cabeza el tomar cartas en el asunto.
Nos escudamos detrás de un “solo no puedo” o de un “este país no tiene arreglo”, pero no miramos al lado para constatar si realmente estamos solos o si de verdad no hay ninguna manera de arreglar este caos.

Yo por mi parte propondría una política “tolerancia cero”, tipo Rudolph Giuliani (alcalde de nueva york 1994/2001), que consiste en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.
Esta bien que la expresión “tolerancia cero” suena un poco autoritaria y represiva, pero para mí su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad; no se trata de linchar al delincuente, no es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cera frente al delito en sí mismo.
Yo ahora sí creo que tenemos arreglo, remontar esto no va a ser fácil, pero no creo estar sola.

Tomemos conciencia, pensemos, aprendamos, nos documentemos, estudiemos, no nos desalentemos, ni nos dejemos ningunear, somos jóvenes y fuertes y también inteligentes como dice la señorita Thalía, así que manos a la obra.   
Empecemos por arreglar nuestras ventanas, no las externas sino las internas, las que nos delimitan y nos definen como personas, y así con un poco de suerte, viento a favor y la alineación de varios planetas, vamos a cambiar el curso de las cosas.

2 comentarios:

  1. aaa otra cosa si tienen un tiempito entren y vean el video !
    esta lindo :) jaja

    http://www.youtube.com/watch?v=YDRId6QmNTA

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  2. OTRA VEZ COINCIDO TOTALMENTE CON VOS!! y la teoria de las ventanas rotas me sorprendio porque en realidad es ponerle metodo científico a lo que la gente ya sabe....es obvio que asi sucede pero hace falta un especialista para que la gente diga AH SI ES CIERTO!...eso de la tolerancia cero ME ENCANTA!! o sea se que tiene mala prensa el método pero ojo no es que yo sea la ciudadana modelo ni nada cerca ...es decir trato de seguir las normas pero como la teoria que vos posteaste dice...como la sociedad está tan deteriorada es como instintivo no hacer las cosas bien es como que se te pega...te entra por los poros jajajj repito no es que yo sea un pobre angelito al que corrompieron jajajj de nuevo un placer leer tu entrada mucha suerte!!

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